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martes, 16 de octubre de 2012

Entre Compañeros Salomón

Padilla, ¿qué te pasó compañero a la hora de defender el Presupuesto de la CSJ? no hablo de lo que sucedió en la Comisión de Hacienda, sino cuando te expusiste frente a las cámaras y das tu declaración al respecto frente a los noticieros, vi que te traicionaron los nervios Salomón, comprendo el estrés que es estar ahí parado, porque lo importante en todo momento es mantener conectado el cerebro con la lengua, previo a tener una escucha activa de cada pregunta inquisitiva que no falta de algún periodista buscando verte caer y él sobre salir, pero por favor no titubes frente a ellos, sino ya te hicieron horrible la vida y eso te pasó en esas declaraciones que estabas dando, se te notaba la inseguridad en el tema a claras luces, te escribo esto por la confianza y el cariño que te tengo, porque no quiero verte caer de nuevo en esos papelotes por favor, porque para el nivel que estás no te podes darte eso lujos frente a las cámaras, por favor presta atención a mis líneas sinceras entre compañeros, no es crítica en lo mínimo porque soy plenamente consciente que no es igual escribirte esto desde la comodidad de mi escritorio, que para vos que tenías las cámaras y hablas del asunto, pero si estás a tiempo para retomar el asunto, pues en la CSJ encontrarás entre tus colabores un selecto equipo de prensa que tiene la responsabilidad de cuidarte de esto, además tenes todo un grupo de técnicos que deben de contarte todo lo general que debes al menos conocer antes de exponerte a las cámaras, para que no salgas con falacias insostenibles que con el 6% que te manda la Constitución salís adelante, que fue quizá la parte más fea de esa exposición mediática, que siendo vos el Presidente de la Sala de lo Constitucional y Presidente de la CSJ olvidarás cuánto te asigna la Constitución del presupuesto general de la nación, ahí note que estabas nervioso, porque yo que he estudiado con vos y se que lo sabías, pero el nervio te hizo dudar nada más y frente al puesto que manejas la seguridad es tu mejor herramienta, porque tenes el liderazgo y un líder no tiene elección más que la de conducir hacia el objetivo trazado a todos los elementos que dirige.

Espero verte mejor en futuras exposiciones a medios de comunicación, porque conozco de tus capacidades personales y se que no verás estás letras en vano o como crítica, sino como la opinión sincera de un compañero que te tiene aprecio, estima y te desea lo mejor en la ejecución de las funciones Constitucionales que te han sido encomendadas por la Asamblea Legislativa.

Entonces pilas Salomón y que no te vuelva a pasar, porque practicando es como se aprende y si pasa nos replanteamos que pasó y vemos donde se supera la falencia.

Cuídate y te mando muchos saludos Padilla.

Castillo Hermanos.

Uno mucha veces no saben porque van a pasar las cosas o a veces ni toma detalles de situaciones que ocurren, porque así tienen que ser, el día de ayer me propuse a cambiarle el aceite a mi carro y mi esposa amablemente me ayudó a cotizar lugares, precios, etcétera., determine sin ninguna razón, más que la que ahí me hacen el alineado de mis carros para ir hacerle a ese lugar el cambio de aceite, jamás me moví del lugar de cambio de aceite, hasta que al final fui a la caja a pagar y comprendí el motivo por el cual termine yendo ahí, habiendo otros sitios para hacer lo mismo y es un libro muy bonito que lleva por titulo "La Historia de mi Alcoholismo" de José Rolando Castillo, fundador del taller "Castillos Hermanos", el cual obsequian por consumo de $20.00, justo lo que me costo el cambio de aceite, que más que un cambio de aceite fue un cambio en mi vida, porque es un libro que para el autor de motivación, pero en realidad a mi gusto y compartiendo con el autor el deseo por la bebida y el tomar conciencia de que el alcoholismo es una enfermedad progresiva e insidiosa, es más una identificación que hemos pasados todos aquellos que vivimos ese calvario, cada quien arrastra cosas comunes, no tan comunes y otras que uno da gracias a Dios por no haber llegado hasta ahí, cuando uno va escuchando historias y anécdotas de bolos.

Al final comprendo claramente, que los libros salen al encuentro de uno, no uno de ellos, como usualmente se comprende, por esas cosas de la vida que tienen que ser así y nada más, sin encontrarle la explicación alguna a la misma, sólo el agradecimiento de tener la oportunidad de compartir lectura tan grata como la que me dio el libro, porque a parte de mi identificación con algunas anécdotas ahí relatadas, me gusto mucho la forma coloquial con la que narran situaciones cotidianas, tanto en el ámbito político, económico y social de la sociedad salvadoreña, que me llevan a reflexionar bastante en el contexto de la realidad nacional en la cual nos encontramos inmersos no de hoy, sino que desde siempre han estado y de ponerse un alto oportuno ahí estarán siempre entre nosotros.

Mis felicitaciones al autor.