A mis compañeros de Maestría.

Es difícil para mi escribir esto, por el aprecio que les guardo a todos, pero no puedo callar mas su actitud pasiva y agresiva.

 

Quiero explicarme mejor recordándoles a uno de nuestros profesores Álvaro Ártica-González y director de la Maestría, que nosotros íbamos hacer politólogos, no políticos. Me parece que ya olvidaron eso y la ética mínima que como profesionales debemos de saber.

 

Voy a ser contundente con dos ejemplos sincrónicos:

1. Para poderme graduar me aplicaron el refrán "para que la cuña sea buena, tiene que ser del mismo palo" y bingo que nuestra querida compañera, Claudia Hernández fue la que más me hostigo durante el proceso de graduación de la Maestría, algo que le agradezco porque me llevó a nuevos límites y a demostrar que sabía y por eso me merecía mi título.
2. Que Rodolfo haya firmado la sentencia, para que Salomón dejara de ser Presidente de la Corte Suprema de Justicia, es el colmo entre nosotros y lo que me motiva a escribir esta entrada en mi blog, porque sus razones ha tenido, así como también pudo rehusarse a participar del acto jurídico.

Con los dos ejemplos anteriores quiero evidenciar que tan mal andamos compañeros y que reflexionemos ¿qué nos pasa? si entre nosotros en lugar de apoyarnos y ayudarnos, vamos por ahí aprovechando cada ocasión para darnos zancadilla y ver caer al otro, como estos dos ejemplos que conozco uno más que el otro.

 

De que nos sirvió el haber tenido un Maestro de los mejores en Epistemología como Luis Armando González González, si lo que siempre quiso enseñarnos en clase y en la práctica fue el compañerismo y nosotros al salir a la vida no lo practicamos.

 

Pensemos mejor como nos comportamos, porque lo que decidimos estudiar nos debe de convertir en ese germen distinto, "donde en ese país de ciegos, el tuerto es rey" y hoy por hoy estamos más ciegos que los ciegos, porque ya sabemos que somos tuertos y por lo tanto debemos de ser nosotros los que estemos guiando a ciegos con nuestros conocimientos y no los ciegos guiando nuestras acciones y decisiones, ¡por favor! pues aprendimos bien que las motivaciones políticas de esos ciegos no son apegadas a la academia y a la ciencia que estudiamos y nos distan de poner nuestro saber por el bien de la humanidad.

 

Hoy que he desalojado de mi espíritu ese dolor de trato, del cual yo he sido parte y que por lo tanto me habilita para pedirles ¡basta ya! y a cada uno que desde el campo de acción que se encuentren note en esos ejemplos los errores que debemos evitar en el futuro, porque ante todo primero fuimos compañeros y después cualquier otra cosa.

Recordemos que no de gusto hemos sido elegidos por la historia para ser la primera promoción y dejar huella en las promociones que nos siguen y en la sociedad, pero les pido que esta huella sea positiva para todos por favor.

Se le quiere mucho a todos sin excepción.