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jueves, 7 de noviembre de 2013

Dragonfly la reinvidicación

Señor Presidente de la República de El Salvador (Don Mauricio Funes Cartagena) y Señor Ministro de la Defensa Nacional (General David Munguía Payés) hasta que salieron con su gusto, gana y agrado y miren lo que han conseguido por su actitud, qué no sé como nombrar: 

  1. Lobo convoca a sesión al Consejo Nacional de Defensa y Seguridad
  2. Honduras investigará compra de aviones de El Salvador
  3. Honduras enviará misión a OEA y ONU por compra aviones de El Salvador
  4. Gobierno hondureño cree que la compra de los aviones chilenos es una “abierta amenaza”
  5. Declaraciones del presidente de Honduras, Porfirio Lobo, por la compra de aviones de El Salvador
Si sigo citando enlaces para seguir justificando mi inconformidad por su actitud, lleno esta entrada de nuevo y no es ese mi propósito, así que ahí están los motores de búsqueda para aquellos que deseen profundizar más en el asunto.


Pero por favor analicen lo que hicieron, acaban de meter a la región en una carrera armamentista injustificada en el siglo XXI y gastando un dinero que puede servir para otras prioridades de interés nacional o regional, me dolió aún más oír hoy en el noticiero matutino de Telecorporación Salvadoreña al Sr. Ministro que ya hasta adelanto habían dado por esa compra, de aproximadamente dos millones de dólares, que ojalá alguno de los tratados pudiera suspender que se continúe con la adquisición de esos aviones, porque vean lo que han conseguido, solo conque los Hondureños sepan que en Marzo del otro año tendremos esos aviones en nuestro poder.

No podemos ser alguna vez ser más inteligente y racionales en nuestra decisiones, yo creo que el Sr. Ministro con todo respeto o no fue a nuestra Guerra Civil o si fue se le olvido, que cualquier hombre que ha visto y conocido los horrores de la guerra, es un amante incondicional de la paz.

No le cito la Guerra del 69 con Honduras, porque a los dos años siguientes entró a la Escuela Militar, pero durante muchos años Usted compartió su carrera militar con Oficiales, Señores Jefes, que habían estado en la campaña militar en contra de Honduras y puede tener una idea de lo gloriosa que fue nuestra Fuerza Armada y la población civil en aras de defender nuestra "Dignidad", porque no retomar eso frente a esta nueva amenaza de perder la Isla Conejo, si vea como están ya los Hondureños sólo con la amenaza que en Marzo 2014 tenemos esos aviones, ellos no han olvidado que con nosotros no pueden por más F-5 que tengan en su haber, porque no tienen el espíritu que los descendientes de Pipiles heredamos.

Del Señor Presidente ni digo nada, porque nueve años tenía para la campaña militar contra Honduras y durante nuestra Guerra Civil, se la pasó estudiando, así que era de Usted Señor Ministro, que merecía una asesoría menos bélica, pero siempre con las precauciones del caso, porque tiene Señor Ministro que cumplir sus obligaciones que la Constitución le manda a Usted y al Presidente, así como a cualquier Salvadoreño, defender la integridad del territorio.

Pero bien, como trato de justificar su actuar y proceder en esa compra que ya están efectuada y que como ciudadano no me tiene nada contento y menos orgulloso, he encontrado una respuesta prudente razonable y hasta lógica, que al ser primer gobierno de izquierda están reivindicando la destrucción que hicieron en tierra a la flota aérea (Especial.- De cuando el FMLN destruyó la Fuerza Aérea de El Salvador) a inicio de la década de los ochenta, ya que servía para efectuar operaciones aéreas durante nuestra Guerra Civil y que se usaba en contra del Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional (FMLN), en los diferentes teatros de operaciones que tenía la Fuerza Armada Salvadoreña con el objetivo de detener el avance comunista en el país y la región Centroamericana, según el esquema de la Guerra Fría de finales del siglo recién pasado, así como mantener el equilibrio de fuerzas en la región, la cual también era freno para los Honudereños inclusive de tomar actitudes como las que toman hoy en día y asumen en contra de nosotros por la Isla Conejo, entre otros medios que se disponían en esos años para la disuasión de cualquier enemigo de la Patria.

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